Involúcrate

Nuestro sistema financiero mundial está roto. Los bancos están inyectando miles de millones en combustibles fósiles, contribuyendo al caos climático y poniendo en peligro nuestro futuro en nombre del lucro de unos cuantos.

Pero tenemos la oportunidad de presionar a los reguladores bancarios para que acaben con la financiación de los combustibles fósiles en todo el mundo.

El 25 de junio, 63 bancos centrales de todo el mundo se reunirán en un encuentro anual, que será decisivo para debatir las futuras normas de las instituciones financieras en todo el sistema global. En otras palabras: tienen el poder de impedir que los bancos financien proyectos de combustibles fósiles e inviertan en nuestro futuro.

Ahora mismo, estos reguladores están acostumbrados a tomar decisiones que nos conciernen directamente a puerta cerrada, sin que nadie les ponga reparos. Pero este año, las cosas son diferentes...

Comunidades de primera línea y activistas de todo el mundo se reunirán en Basilea para desafiar directamente a los responsables de la toma de decisiones y presentarles esta petición. Necesitamos el poder de la gente, necesitamos tu poder para llegar hasta allí: si miles de nosotros nos unimos para respaldar esta petición, podremos presionar a los reguladores para que actúen de acuerdo con nuestras demandas.

Los bancos son uno de los principales promotores de los proyectos de combustibles fósiles. Sin dinero no hay fracking en América Latina, ni oleoductos en África, ni megaproyectos de gas en el Ártico. Se están destruyendo modos de subsistencia y ecosistemas enteros en nombre de intereses económicos a corto plazo, violando los derechos humanos más elementales de las comunidades de primera línea y amenazando nuestra posibilidad de un futuro habitable en el planeta Tierra, el hogar que compartimos.

Cambiando las reglas, podemos cortar de raíz el problema: no más financiación a los proyectos de combustibles fósiles. Además de promover un futuro digno para todos nosotros.

Este año podemos tomar por sorpresa a los reguladores. Demostrando que miles de personas en todo el mundo tienen sus ojos puestos en este debate y que estamos reclamando un sistema financiero global democrático y descolonizado.

La movilización contra las financiaciones a combustibles fósiles está creciendo. Desde Uganda, Argentina, Colombia, Senegal, México, Tanzania, RDC, Perú, Filipinas, Canadá, Sudáfrica... Comunidades de primera línea, grupos indígenas, activistas, ONG, expertos y TÚ. Nos estamos uniendo para conseguir que los reguladores cambien las normas, impedir de una vez por todas que los bancos y las compañías de seguros apoyen proyectos devastadores. ¡El poder de la gente funciona!

Hoy podemos cambiar las principales normas que rigen sus inversiones. Pero no podemos hacerlo solos:

Pidamos a los organismos de control financiero que adopten nuevas normas económicas que antepongan a las personas y al planeta sobre los intereses económicos extraccionistas.